En un contexto de inflación creciente, ajustes postpandemia y tasas de interés al alza, millones de personas enfrentan el desafío de mantener sus finanzas bajo control. Con saldos históricos que superan el billón de dólares, es vital identificar a tiempo los indicios de riesgo y adoptar acciones preventivas para evitar el sobreendeudamiento.
Este artículo integra datos, perfiles demográficos, indicadores psicológicos y estrategias claras para que cada lector pueda evaluar su situación y tomar decisiones informadas.
Hasta el tercer trimestre de 2025, el saldo de deuda de tarjetas de crédito en EE. UU. alcanzó un récord de 1,23 billones de USD, superando los 1,21 billones del trimestre anterior. En apenas dos años, tras los estímulos pandémicos, se alcanzaron 1,66 billones en 2024, una escalada sin precedentes.
La deuda promedio de los hogares ascendió a 10.757 USD en el tercer trimestre de 2024, lo que ilustra cómo el uso recurrente del crédito se ha convertido en un aliado peligroso para cubrir gastos básicos.
El endeudamiento no afecta a todos por igual. Conocer quiénes son los más vulnerables ayuda a dirigir acciones de prevención:
En Estados Unidos, el 63 % de la población mantiene saldo en alguna tarjeta de crédito. Más de uno de cada cinco usuarios debe más de 10.000 USD, y el 23 % atraviesa saldos superiores a 20.000 USD. Además, un 44 % reporta que la inflación les ha hecho tener un saldo mayor mes a mes.
En México, el 38,3 % de las personas entre 18 y 70 años posee al menos una tarjeta bancaria o departamental, lo que revela un patrón global de dependencia creciente al crédito revolvente.
Detectar los primeros síntomas puede marcar la diferencia entre un manejo responsable y un ciclo de deudas interminable.
Estos síntomas financieros suelen acompañarse de afectaciones en la salud mental: estrés financiero constante, miedo a revisar el estado de cuenta, olvido de fechas de pago y tensión en relaciones personales o laborales.
Detrás de las cifras hay factores estructurales y conductuales que explican por qué muchas personas caen en el sobreendeudamiento:
Estos factores, unidos, generan un terreno propicio para que una compra imprevista o un gasto extraordinario desaten un incremento rápido de la deuda.
La acumulación de deudas de tarjeta tiene consecuencias que trascienden al individuo:
En 2024, los impagos de tarjetas en EE. UU. retomaron sus niveles más altos desde 2008. Se cancelaron 46.000 millones de dólares en saldos por morosidad grave, un alza del 50 % respecto al año anterior. Solo en intereses, los usuarios pagaron 170.000 millones de dólares.
Las tasas de interés promedio superan el 24 %, con un APR medio del 20,35 %. Un 27 % de los encuestados ni siquiera conoce su tasa, y un tercio inferior de los hogares registra una tasa de ahorro nula.
La buena noticia es que existen medidas prácticas y efectivas para recuperar el control financiero.
Si ya existen señales de sobreendeudamiento, conviene dar un paso más:
Elaborar un inventario detallado de deudas, ingresos y egresos. Considerar la consolidación de deudas o la renegociación de condiciones con los acreedores. Buscar asesoría profesional o acudir a instituciones especializadas antes de que la situación sea inmanejable.
En el ámbito político se debaten propuestas para fijar topes máximos a las tasas de interés, por ejemplo, establecer un límite anual del 10 % en EE. UU. Estas iniciativas buscan reducir la presión financiera sobre los consumidores y fomentar la competencia justa entre emisores de crédito.
En paralelo, organismos internacionales promueven programas de educación financiera y herramientas digitales que facilitan el seguimiento constante de los gastos y las deudas.
Las tarjetas de crédito son una herramienta poderosa, pero pueden convertirse en una trampa cuando se manejan sin criterio. Reconocer las señales de alerta a tiempo y aplicar estrategias de prevención y alivio permite transformar el endeudamiento en una experiencia de aprendizaje.
Cada paso que des hacia una planificación consciente y un hábito de ahorro es un paso hacia una vida financiera más saludable. No esperes a que las deudas se conviertan en una bola de nieve: actúa hoy y construye un futuro con mayor tranquilidad y control.
Referencias